Las tierras públicas demuestran ser una necesidad esencial

Nuestras tierras públicas están a la vanguardia de la actual crisis de salud como lugares a los que la comunidad recurre constantemente en busca de consuelo. Cuando entraron en vigor las órdenes de quedarse en casa de COVID-19, muchas personas consideraron que la riqueza de espacios abiertos naturales de la nación era segura para visitar. Pero, ¿qué sucede cuando nuestros bosques y otras tierras públicas cierran, o se desalienta a la gente a visitarlos?

Los recientes incendios forestales y otras preocupaciones serias de seguridad pública provocaron el cierre de tierras públicas en todo California. 

Para algunos, las visitas al bosque para acampar u otro uso recreativo podrían haber sido las únicas vacaciones o tiempo de respiro que tuvieron este año. Para otros, significó que sus opciones de acceso al aire libre eran limitadas. Si bien el cierre de ciertas tierras públicas se hizo comprensiblemente en un esfuerzo por reducir la ignición de incendios forestales causados ​​por el hombre, los cierres se produjeron en un momento en que el ejercicio al aire libre era una de las únicas actividades recomendadas (además de salir para las necesidades esenciales) para mantenerse seguro y saludable. y prevenir la propagación del virus. También fue un momento en que gran parte del público estaba más en casa, trabajando más horas y cuando el tiempo de pantalla de los niños había aumentado exponencialmente. 

Durante tiempos normales, visitar un bosque nacional u otras tierras federales puede ser accesible solo para aquellos que viven cerca o tienen transporte para llegar a estos lugares, pero la pandemia reveló aún más el impacto en las comunidades que tienen un acceso desproporcionado e inequitativo a los espacios exteriores cercanos.

Varios estudios de investigación indican que, particularmente en los vecindarios de bajos ingresos y en las comunidades de color, los residentes tienen menos parques, costas o espacios abiertos naturales que se pueden usar de manera segura para la recreación. Durante una época en la que se requería distanciamiento físico y más se necesitaba aire fresco, muchos parques locales cerraron. Para agravar el problema, se desalentó a las comunidades más alejadas de los pocos lugares públicos abiertos a viajar a través de un mensaje de "mantenerse local" que tenía buenas intenciones para proteger los recursos médicos locales, pero que se basaba en la suposición de que todos tienen acceso al aire libre.  

La pandemia nos ha enseñado muchas cosas sobre cómo nos conectamos con nuestras tierras públicas para la recreación, la educación, el ejercicio, la salud mental y la conexión social. Nos ha enseñado que la salud pública y las tierras públicas están intrínsecamente conectadas y debemos asignarles el mismo valor que atribuimos a otras necesidades esenciales.

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