Una de las mayores amenazas para la salud ecológica del Cañón de Santa Paula es la cantidad de basura que dejan los excursionistas descuidados. Con la cantidad de tráfico que recibe el cañón, incluso si un pequeño número de visitantes desecha su basura, la cantidad de botellas de agua, bolsas de sándwich, latas y otros pequeños trozos de basura se acumula rápidamente en el cañón. Esta basura puede representar una amenaza importante para la salud de los cóndores, la trucha arco iris y otros animales salvajes sensibles. Si no se limpia, la basura puede fluir río abajo y eventualmente hacia el océano, contaminando nuestros arroyos y playas.
Sacar la basura del cañón es increíblemente difícil. En el pasado, la Oficina del Sheriff del Condado de Ventura incluso ha utilizado helicópteros para hacerlo, pero la mayoría de las veces se requiere que los voluntarios caminen decenas de libras de basura del cañón, llevándolo hasta cinco millas.
ForestWatch continuará documentando el nivel de basura y organizará limpiezas voluntarias cuando sea necesario. En última instancia, se deben tomar medidas proactivas y preventivas contra la acumulación de basura para garantizar que el medio ambiente de este cañón se mantenga saludable y prístino. Una señalización adicional en el comienzo del sendero que destaque la ética de “no dejar rastro” y la instalación de un recipiente de desechos formal alentaría a los usuarios del sendero a desechar su basura de manera adecuada.